En épocas de recortes, no estoy de acuerdo con ninguno, repito NINGUNO, al ser mi contribución vía impuestos los mismos que el año pasado y el otro y el otro con sus subidas correspondientes por lo que como dicen yo no tengo por qué pagar los excesos realizados por otros que como es obvio hoy no toca. Algunos de estos recortes en la ciudad hace tiempo que se pueden apreciar aunque no se habla, ni se indigna nadie, ni se hablo mucho en su momento, ni se indigno “nadie”, aunque si podemos ver sus efectos desde hace tiempo.
Una de las cosas que Barón , como buen animal político, vio claro desde el principio de su “reinado” fue la vergonzosa visión de la inmensa mayoría de contenedores tenían a su alrededor siendo una continuación lógica y necesaria la vía pública al tener todo tipo de regalitos, bolsas, neveras, colchones de todo tipo y ancho, cocinas y hasta bombonas de butano. Por falta de sitio unos, por incivismo otros y como no seguramente por falta de contenedores o simplemente porque firmar una concesión de limpieza de 8 años hace que en esos años cambien los hábitos de los ciudadanos no siendo lógico concesiones tan largas aunque reconozco que no es posible pedir inversión a una empresa, camiones de basura, cambio de contenedores por citar un par de ejemplos y darle solo la opción de 4 años para amortizarla, esta claro.
Como indicaba, hace tiempo que estos recortes en limpieza están pasando factura a los ciudadanos, hoy toca el legado de los recortes en limpieza aunque no fueron los únicos que pasaron sin pena ni gloria. Otros como los realizados en “seguridad” también pasan factura por falta de personal aunque "no se note".
1 comentarios:
Tenemos una limpieza de tercer mundo, sobre todo en nuestro barrio, es una auténtica vergüenza.
No han movido un solo dedo en la dirección correcta, ni se han preocupado de educar,ni en sancionar, cada uno tira lo que le da la gana.
Que diferencia con países, donde tirar una colilla o un papel te puede costar una sanción de hasta 5o euros.
Por si fuera poco, consienten que llenen las calles de azufre, costumbre errónea que solo sirve para jodernos los pulmones a todos.
Y para rematar los famosos sopladores de mierda, que elevan las partículas hasta hacerlas llegar al interior de los pisos.
Sin contar la polución de la incineradora y la de cientos de árboles alérgicos que nos han sembrado en los últimos tiempos, que se suman a los famosos plátanos, de los que nos han eliminado ni uno de solo.
¿Para que tenemos un departamento de sanidad?
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