Como conozco la cuestión y tengo el numero de teléfono de una de las educadoras, la llamo para saber como ha sucedido la historia y me comenta cosas que desde luego no salen en la noticia, es extraño ya que todos estos medios lo primero que hacen cuando se les pasa una noticia es llamar por teléfono al “contrario” para que diga su contrapunto o su punto de vista, en esta ocasión no ha sido así, y no ha sido así, creo, porque muchísimas veces cuando la noticia viene del servicio de prensa de la casa gran se le da la presunción de veracidad sin tener en cuenta que esa veracidad, es la veracidad de una de las partes ,ya me gustaría que con otras noticias hicieran lo mismo, pero ya sabemos como funcionan algunos. Pero vayamos al grano.
Según me comentan varias personas la “cosa” tiene un contrapunto que desde luego a alguien se le ha pasado o no le ha interesado contar. La historieta es que en la plaza Once de Septiembre se vende droga, eso lo sabe hasta el gato, a mi mismo me la han ofrecido no lo negaré, aunque tengo muy claro quienes son. Por eso y por que hace meses se quejaron unos vecinos a lo que un partido político, avaló con una pregunta en el pleno, una entidad del barrio ya lo denunció hace más de dos años, se monto una redada el pasado jueves. Como son tan listos solo se les ocurre venir a la hora de cerrar el casal, ojo estoy diciendo que cuando llegaron ,el casal estaba cerrado. Cuando llegaron arremolinaron a los chavales y solo se les ocurrió obligar al educador, grave error de este ya que no debería haber abierto, que ya tenia las puertas cerradas a volver a abrirlas y meter a todos en un mismo saco o recinto, a los que estaban en la puerta hablando de sus cosas después de realizar las actividades que organiza el casal y a los que pululan por los alrededores que si son los que trapichean y están todo el día tocando los cojo… a los “usuarios” del parque.
A partir de ahí la cuestión es sencilla, parece ser que encontraron unas cuantas chinas tiradas por debajo del sofá, en una papelera y creo que en un lavabo, unas cuantas chinas que según creo no pasaran juntándolas todas de 4/5 gramos siendo generoso, ¿ porqué las encontraron?, pues sencillo porque si entre los que “cogieron” y metieron en el casal hay consumidores de hachis, que haberlos haylos, lo normal, lógico y aplastante para cualquier mente razonable, es que se deshicieran de ello y las tiraran para que a “ellos” no les encontraran nada.
Pues parece ser que no, parece ser que el buena persona, me he decidido a bautizarlo ya que el piensa y dice a sus coleguitas que yo soy una mala persona, firma un decreto en el que ordena el cierre del Casal de joves hasta que no se aclaren las circunstancias, eso de los informes y más informes es que les encanta.
Yo desde luego con la decisión alucino y pregunto, ¿ si un día yo mismo voy al pleno con 10 gramos de hachis, veo entrar a la policía y la tiro debajo de la silla o la escondo en el lavabo, cerrarán el Ayuntamiento?, continuo preguntándome, ¿si un día hacen una redada en las piscinas del Sorrall y encuentran droga, seguramente la encontrarán, cerraran el Sorrall?. Creo las preguntas solo tienen una respuesta, NO.
Menos gestos de cara a la galería criminalizando a una entidad que esta haciendo un trabajo social impresionante con estos chavales, con los usuarios, no con los que están en las escaleritas que esos todo el mundo que conoce la realidad de la plaza sabe, a la que ya habéis hundido un poquito más. La gente que no conoce la realidad de esta zona cuando lea la prensa semanal tendrán una idea equivocada de los educadores a los que mejor seria tuvieseis más en cuenta a la hora de escucharles ya que ellos están en la calle, por tanto conocen problemáticas que los “buenas personas” no, al estar todo el día en el despachito calentitos en invierno y fresquitos en verano lejos de la realidad o conociendo solo y exclusivamente una parte de la realidad.
Para terminar os dejo un ejemplo de hasta donde puede llegar la gilipollez humana. Lo que viene a continuación es cierto, al igual que lo es, que los militares arrestaban a una piscina porque se había ahogado alguien en ella o una garita, porque alguien se había suicidado en ella.
En el número de junio de 1948 de la revista londinense Lilliput, se narra la historia de dos perros setters irlandeses, a los que un abogado de Los Ángeles les legó en su testamento una cantidad equivalente a 1500 libras esterlinas. Después de tres semanas de debates, el juez citó a los afortunados canes, más por no poder contestar razonablemente a sus preguntas, les denegó la herencia.
Os dejo dos enlaces, primero, segundo, de cosas que para mí se asemejan a esta historieta de cómic barato, hasta donde llega la estupidez humana, por cierto la cita anterior también esta sacada del mismo blog.