Las frases anteriores se dicen de la justicia con mayúsculas, la que imparte justicia en un juzgado por medio de un juez con su correspondiente ministerio fiscal y los medios de defensa que el “acusado” pueda pagarse o los que la justicia gratuita pone a su disposición.
Pero existe otra justicia, la que se realiza diariamente mediante decretos, los cuales pueden ser recurridos y por tanto alguien debe decir si es justo o no el decreto, en cualquier ciudad del país y de esta justicia, concretamente de un caso “singular” es de la que quiero explicar alguna cosilla.
Esto viene a cuento porque ya veíamos en un post anterior, como trata la administración más cercana al ciudadano, eso es lo que dicen, o sea el gobierno municipal a las compañías de telefonía móvil que aún teniendo sentencia firme de desconexión desde hace muchos meses siguen emitiendo como si aquí no hubiese pasado nada.
Esa misma justicia, la que imparten funcionarios municipales, en otras ocasiones no es tan “permisiva” con un ciudadano que según parece, así lo demuestra la documentación, se le deniega el recurso presentado porque esta presentado fuera de plazo.
Si estuviéremos hablando de un recurso a una multa, con foto, de una sanción por conducir borracho o de un exceso de velocidad y el típico “listillo” hace alegaciones diciendo que ese día el sol no salió por Antequera y que por eso no es de recibo la sanción lo entendería, pero si os digo que ese ciudadano al que se le deniega el recurso, por estar fuera de plazo, lo que dice en las alegaciones que el no ha sido y acompaña una declaración jurada del infractor, entonces la cosa se convierte en otra cosa.
Pero ahondemos un poco más en la historia. Un vecino llama a la policía porque hay un saco de esos de runa en la acera que molesta a los peatones, bien por el ciudadano que llama, nada que decir, se personan los agentes y pillan a una persona en el piso en el que se están realizando una obras menores y sin mediar más palabras que, diga usted como se llama y donde vive, se van por donde han venido sin comprobar si el Sr. que en estos momentos esta en la vivienda es culpable de algo o simplemente estaba allí esperando a que el titular de la vivienda llegase de comprar tabaco, por ejemplo.
A los pocas semanas recibe en su domicilio, que nada tiene que ver con el que estaba el saco de runa, la sanción correspondiente de 300 euritos y alega diciendo que el no tiene nada que ver, que el no vive allí y lo único que estaba haciendo era echar una mano a un familiar. La contestación al recurso es que las pruebas que pedían el instructor no las cree necesarias y que de eso nada que pase por taquilla, pero sorpresa, el no esta aquí ya que esta pasando unos días en su país y por tanto hasta que no vuelve no se entera de la misa.
Vuelve a recurrir, cuando vuelve, aportando una declaración jurada del “incívico” que es el responsable del saco de runa y le dicen que como esta fuera de plazo, más o menos un mes fuera de plazo, que de eso nada que pase por taquilla y rapidito no vaya a ser que encima le apliquen a la sanción principal los correspondientes cargos, por no pagar en plazo.
Desde luego la actitud del Sr. Clemente, el que firma la resolución de las alegaciones es el jefe de los servicios jurídicos de vía publica es de libro, esta fuera de plazo, por tanto el tiene razón a la hora de rechazar el recurso, y yo ratifico es cierto, su actuación es impecable, pero yo pregunto esta justicia que impartió en este caso concreto el Sr. Clemente de que tipo es, de las justas de las injustas o de las resoluciones que hacer ver que desde luego es ciega, la justicia claro que últimamente hay que afinar el lápiz.
Al que empapelaron, de un país muy lejano en el que la corrupción existe como norma habitual de convivencia estando institucionalizada en casi todas las capas de poder, cuando me contaba el asunto decía, menos mal que mi país tiene fama de que es corrupto, anclado en el pasado y con ciertas “normas” de algún siglo ya pasado, pero por lo menos hay muchísimo más sentido común que en este, el tuyo, que no hay corrupción, bueno en algunos sitios si, pero desde luego no entiendo como impartís la justicia, eso si he tenido todas las garantías habidas y por haber a la hora de quejarme aunque no hayan servido para nada.
Cuando veas en televisión, continuo, cosas de mi país, musulmán por cierto, no me digas que lo que has visto es una barbaridad ya que yo asumo vuestra justicia, lo decía con cierta ironía, pero vosotros no asumís la nuestra aunque este equivocadas en ciertos aspectos que yo también detesto, la vuestra desde luego no me ha convencido ya que es cierto, es ciega y muchísimas cosas más que no pongo aquí me decia.