El legado

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Otro de los legados que nos dejaron los anteriores gestores de la ciudad con Baron a la cabeza fue el espejismo de la figura del guardia de barrio, digo espejismo porque el nombre indica algo que no es. No lo es, porque en primer lugar no es una situación que dure todo el año, exclusivamente el servicio se presta cuando hay colegio y sobre todo porque, por falta de medios seguramente, hacen un patrullaje encima de un vehículo a motor con la consiguiente visión de solo unos problemas, los de transito. A mediodía podéis ver las motos bien aparcaditas una dentro de la plaza Isla Cristina y otra a pocos metros pero desde luego no están patrullando a pie están haciendo otra cosa. 

Como no se patean el barrio no ven las otras situaciones cotidianas, no es algo anormal que estén así hasta el verano que viene, tampoco es cosa de este invierno, la cosa viene de lejos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo es la punta de un inmenso iceberg municipal. Ahora los que vamos en la ciudad lo vemos venir pero al igual que en el titanic, el golpe de timón ha llegado tarde y mal. Lamentablemente y a diferencia del Titanic, donde el capitán se quedó a su amargo final, los responsables de esta situación penosa y desastrosa de la ciudad, se han ido de rositas y desde la oposicion ponen cara de indignados mientras otros tratan de achicar las vias de agua que ellos dejaron.

Hay acciones políticas que tendrían que figurar en el código de justicia como acciones criminales.

ILDEFONSO MARMOL dijo...

Perdona, pero te ha faltado decir, que algunos ciudadanos se lo hemos hecho llegar verbalmente al policía de barrio que se ha dado por enterado y ha tomado nota para pasarlo a sus superiores. Me imagino que lo habrán comunicado, otra cosa es el caso que por lo visto les hacen.
Exactamente igual que el problema que desde casi un año, ya con el anterior gobierno municipal, que no movió ni un dedo para solucionarlo y que ahora los nuevos parece ser, han iniciado su solución, aunque por lo visto es tan difícil, que logran dar con ella.
Entre la calle Molí de Vent y Sant Jordi, existe un bloque de pisos casi terminado, pero que la crisis, ha llevado al embargo por parte de los proveedores del constructor.
Como se llegó a terminar la conexión del alcantarillado, sobre todo cuando llueve bastante, el pozo ciego al que conectaron provisionalmente el edificio, excede su capacidad y termina rebosando a través de los sanitarios de los bajos y saliendo hacia la calle Creu de Fins y terminando en Puig y Cadalfach, con el consiguiente mal olor de los excrementos.
Esto ha dado lugar a la formación de una colonia de ratas, moscardones y sobre todo mosquitos enormes que han hecho pasar un verano insufrible a los vecinos de la zona.
Seis meses después la única solución has sido vaciar los bajos pero sin limpiarlos, con lo que los excrementos siguen sirviendo de habitat natural a toda clase de bichos.
Una de las vecinas intentó solucionarlo con el anterior gobierno, sin hacerle ni el más mínimo caso, a pesar de la recogida de firmas de los vecinos y otras acciones llevadas a cabo.
Después de 6 meses gobernando estos tampoco encuentran la solución definitiva que es la conexión del bloque al alcantarillado y la eliminación del pozo ciego.
¿Estarán esperando que se genere un problema sanitario grave, como con la legionela, o es que a estos también les importamos una "mierda"

Publicar un comentario