Pillados con el carrito de los helaos, 1ª parte

martes, 26 de abril de 2011

La política en su vertiente más terrenal, los políticos de carne y hueso, es extraña, mu extraña, está escrito así a propósito. Lo que hoy es perfecto, mañana puede cambiar /matizarse por cuestiones puramente estratégicas, lo que hoy hacen los míos o  yo mismo sin darle la mayor importancia públicamente, callando por tanto, mañana si lo hace el de enfrente, puede ser el escándalo más importante de los últimos 30 años .

Lo que es un escándalo para los demás partidos, para el mío pueden ser cuestiones totalmente justificables.  Los partidos que están o han estado en el poder utilizan la táctica de la “lavadora”, o el bautizado en estos momentos cambio de temporada, después de lavar la ropa, tenderla, plancharla y colocar en el armario, léase perder una elecciones, creen que parten de cero y lo pasado, pasado está. Pues no Sres.,  la responsabilidad de lo pasado cuando es nuestro dinerito ni caduca, ni se olvida, ni se pone un manto encima para no ver lo que hay debajo ni mucho menos se guarda en el baúl de los recuerdos, tirando la llave al mar.

Digo todo esto porque parece que en estas elecciones que se aproximas, las municipales de mayo, el PSC ha puesto en marcha la política del ventilador, léase poner delante de su boca un artilugio que bufa aire gélido hacia los de enfrente, CiU en este caso,  pensando que los que escuchan/leen somos bobos, por no decir idiotas, esa es la táctica del débil, como su debilidad le crea inseguridad, miedo escénico, lo mejor es copiar aquello de la mejor defensa es un buen ataque y hablar del otro. No es desde luego una nueva argucia ya que todos suelen utilizarla pero aunque no quiero echar capotes a nadie lo suyo, el PSC, tiene más cara que espalda. Algunos de los máximos mandatarios de aquí tienen verdaderamente más cara que cuerpo entero por su trayectoria, salir a la palestra con varias baterías artilleras perfectamente alineadas para intentar confundir al personal es de tener poca vergüenza política.

Ejemplo uno: el buena persona del Sr. Bassas sale a la palestra enmascarando de gran escándalo lo que es tan normal como respirar, en su partido. Se queja de aptitudes de el de enfrente, en primer lugar en su púlpito de propaganda , léase su blog , para después por si alguien no se entero mediante clonación de su opinión en medio publico al que por cierto no vi/leí la réplica, que si existe. Es sorprendente su aptitud porque  la mayor y única apisonadora que se ha conducido en la ciudad en los últimos 28 años, los primeros 4 años mandaron todos los partidos que salieron electos en las elecciones, han sido sus decisiones “caciquiles” además de prepotentes. Quien se cree que ellos no nombran a quien quieren sin consultar para cubrir, “colocar”,  a los suyos en puestos estratégicos, quien no se harta de ver el baile de ceses/nombramientos cuando entran unos nuevos en cualquier gobierno y/o empresa pública. Desgraciadamente prima más el color del carnet que los conocimientos del candidato, pero Ramón hacer de eso un escándalo es parte de un teatro visto por unas gafas muy partidistas como las tuyas las cuales seguramente tapas en otras ocasiones.
  
Querido, si lees esto te invito a que nos digas con quien consensuasteis, planeasteis por ejemplo el nombramiento de la Sra. González Agapito en el Tecnocampus o con quien decidisteis el nombramiento suculento en cuanto a emonumentos de también la Sra. Gonzalez como consejera de Caja Layetana, o la de Vilert en Messa o la ultima, a mi entender,  cacicada política de un nombramiento de un cargo de confianza por decreto a 2 meses de unas elecciones.

A veces me da la sensación que son como niños de guardería, sin el cómo, con el “Señureta, Señureta”  que Juanito me ha mirado y yo, no quería. Mañana la segunda parte que en la batería de artillería como decía antes no solo el buena persona salio a la palestra, el Alcalde y la presidenta del partido , número dos de la lista electoral, también entraron a disparar los cañones que seguramente están limpiando para la siguiente oleada de obuses, también llamados pepinos.

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