El pueblo de al lado

En el pueblo de al lado, Mataró, están de Festa Major, lo sé porque esta misma mañana vinieron el mío, Cerdanyola, a tocar lo que no suena a las 7 de la mañana tirando petardos de esos que hacen un poco de ruido, tocando y tocan lo que no suena durante al menos una hora.

En el pueblo de al lado tienen curiosas formas de actuar, se quejan de que los del mío digan que van a Mataró porque según ellos también lo somos siendo esa coletilla un claro ejemplo de la falta de integración con el pueblo de al lado. Se quejan de que tengamos nuestra propia Festa Major algunos de estos que ahora se lo pasan pipa,  preguntando o dejando caer  a todo aquel que los quiera escuchar , porque su Ayuntamiento tienen que aportar dinero a una fiesta en la que no se sienten representados más allá de según dicen se  realiza con dinero de los dos pueblos, el mío, Cerdanyola y el suyo, Mataró.

Curioso que año tras año solo vengan a tocar lo que no suena a las 7 de la mañana y no quieran integrar al pueblo, el mío, en su fiesta con algún actillo, aunque sea pequeñito. Pero lo más curioso de todo es que es su Ayuntamiento cada año cuando realizan una cosa a la que llaman Crida en la que año sí y otro también aunque cambie el color político del que tiene la vara de mando se puede ver  a hijos, este año no sé si con amigos de los hijos incluidos, en un sitio tan institucional como es el balcón del Ayuntamiento con miles y miles de otros niños que no tienen la suerte de ser hijo de…, apretujados junto a la plebe en plena calle.

En fin, que solo vienen al mío, Cerdanyola,  a recoger dinero de nuestros impuestos invirtiendo después poco, por no decir migajas de lo que nos “roban” año tras año, a los hechos de los últimos 30 años me remito.  A ver si alguno se anima y crea el #cerdanyolanoquierepagarmas.

* Foto capgros.com