El otro día leía que hacer “más amables” las calles del centro costara la friolera 38 millones de euros, esto solo da para un post fuera de esta sección pero me da tanto miedo se me vaya la mano a la hora de catalogar esta desvergüenza que solo os dejare dos fotografías para un par de cosillas que suceden en un barrio que aporta la más ó menos la cuarta parte de ingresos por impuestos, que son muchos, de todo tipo.
Esta es parte de una acera que lleva en esta situación lo menos 4 años, por incivismo naturalmente no lo dudo pero el ayuntamiento tiene la obligación de en primera instancia perseguirlo y en segunda arreglar los desperfectos. Esto es pintura y podréis apreciar que el grosor es importante por lo que ojo si pasas por ahí y eres poco ágil en materia sicomotriz, bueno mejor no pases que luego si caes y demandas al consistorio encima nos costaría dinero.
Esta de la derecha podría catalogarse como una calle nada amable ya que una actividad económica ocupa la mayor parte del espacio público, la acera lo es. Esta cuestión es inaceptable pero como la ordenanza que se aplica lo acepta y encima el Ayuntamiento recibe un dinerito por mesa todos contentos menos uno. El ciudadano jodido, el bar contento porque tiene un montón de mesas y el servicio de ingresos del ayuntamiento haciendo caja cada año. Lo de la bici ya ni entro porque es habitual ver ciclistas por las aceras. Como podréis comprobar el usuario de la acera por naturaleza, el ciudadano, es el ultimo “tonto” en utilizar su espacio.
Amable lo que se dice amable no deberíamos ser con estos Sres. que consienten todo lo que sale en esta sección cada miércoles, deberíamos darle una patada en la parte donde la espalda pierde el nombre y mandarlos a la Patagonia. Veis como se me pueden calentar las manos, lo dejo no sea que se exciten más.
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